La exposición al humo del cigarrillo aumenta el riesgo de que los adolescentes padezcan el síndrome metabólico, un desorden vinculado con el exceso de grasa en el vientre que incrementa la posibilidad de sufrir dolencias cardiacas, derrames cerebrales o diabetes. Así lo afirma una investigación publicada en la revista Circulation de la Asociación Cardiólogica estadounidense, en la que se examinó a 2.273 adolescentes.
Después de varios trabajos, los investigadores han descubierto ciertas variables que desempeñan un papel importante en las probabilidades de que una persona padezca una enfermedad cardiovascular. En años recientes, los investigadores descubrieron que algunos de estos factores de riesgo cardiovascular se presentan juntos en ciertas personas. Esta conjunción de factores de riesgo se denomina “síndrome metabólico”. Para este estudio, se definió que el síndrome metabólico tenía al menos tres de cinco características: cintura amplia, hipertensión, altos niveles de grasas en la sangre conocidas como triglicéridos, bajos niveles de colesterol bueno y evidencia de resistencia a la insulina, en la que el cuerpo no puede emplear la insulina en forma eficiente.
Y las cifras son alarmantes. Según la investigación, el 6% de los jóvenes de entre 12 y 19 años padecen síndrome metabólico y la frecuencia se incrementaba con la exposición al humo del tabaco. El estudio encontró que el 1% de las personas que no se habían expuesto al humo desarrollaba el síndrome, el 5% de los expuestos al humo de segunda mano lo padecía y el 9% de los fumadores activos también lo tenía. Al estudiar a los adolescentes que presentaban sobrepeso o que estaban en riesgo por tener kilos de más, el efecto del humo era aún más pronunciado, al desarrollar el síndrome el 6% de los que no habían estado expuestos al humo, el 20% de los expuestos al humo emitido por otros y el 24% de los fumadores.
Los investigadores indicaron que es el primer estudio en establecer ese tipo de relación con los adolescentes. “Para mí, todo se reduce a esto: mientras nos preparamos para enfrentar esta epidemia de obesidad, no podemos dejar de lado el proteger a nuestros hijos del fumar y del humo emitido por otros', dijo el doctor Michael Weitzman, principal autor del trabajo y director ejecutivo del Centro de Investigación para la Salud Infantil de la Academia Estadounidense de Pediatría, en Rochester, Nueva York. Hay que mencionar que además, el estudio también analizó los registros de cotinina, un producto de la nicotina después de que entra al organismo. Dos tercios de los adolescentes que no fuman tenían niveles de cotinina que indicaban exposición al humo emitido por otros.
Los autores expresaron que no está clara la causa por la cual el fumar aparentemente hace a los adolescentes más susceptibles a padecer el síndrome metabólico. Sin embargo, el consumo de cigarrillos en los adultos ha sido vinculado con la resistencia a la insulina, un factor de riesgo que puede desencadenar el síndrome metabólico. Los médicos también hacen notar que el fumar puede disminuir los niveles de colesterol bueno y elevar la presión arterial, otros dos factores que pueden provocar la dolencia.
Fuente: AP