LA PRESION FISCAL: ALIANZA ENTRE FABRICANTES DE ALIMENTOS, ALMACENES, AUTOSERVICIOS Y SUPERMERCADOS
Una alianza que agrupa a casi todas las industrias de consumo masivo del país junto a los supermercados, los autoservicios mayoristas y los almaceneros de la provincia de Buenos Aires va a reclamar esta semana a la Legislatura bonaerense la sanción de una ley que limite las atribuciones de los municipios a la hora de aplicar tasas que los empresarios califican de "aduanas internas".
Este inusual agrupamiento de diez cámaras empresarias procura la eliminación de las denominadas "tasas de abasto" y otros gravámenes, que se aplican actualmente en unos 30 municipios en todo el país, aunque la mayoría son del conurbano bonaerense. Según los cálculos de los empresarios, esos gravámenes encarecen no menos de 5% los precios al público.
La "tasa de abasto" es una alícuota que, en teoría, financia la inspección que hacen los municipios sobre la calidad e higiene de los alimentos y productos que ingresan a su territorio. Comenzó a aplicarse en 2001 y se extendió entre 30 municipios, la mayoría en el Gran Buenos Aires. En algunas comunas, la tasa también se cobra a los productos en tránsito, desde un punto hacia otro. Lo que los empresarios reclaman es que, en los hechos, no es una tasa, sino un impuesto sin contraprestación.
La audiencia pública será pedida por la Federación de Almaceneros bonaerense (FABA), la misma entidad que hace dos meses arrancó con la distribución de la denominada "canasta social" entre sus 10.000 afiliados. "La tasa es inconstitucional y vamos a pedir que sea anulada", dijo Gustavo Otero, director de FABA.
Pero el reclamo ante los diputados y senadores bonaerenses será acompañado por cámaras que agrupan a prácticamente todos los fabricantes de consumo masivo (alimentos, bebidas, limpieza, higiene y medicamentos de venta libre), así como todo el arco de supermercados, tanto minoristas como mayoristas.
Algunas de esas entidades no se sentaban a una misma mesa desde que, en 2000, consensuaron el Código de Conducta entre productores y supermercadistas. Ahora, en respaldo a los almaceneros, estarán la Coordinadora de Productores de Alimentos (COPAL), la Cámara de Artículos de Limpieza (ALPHA), la Cámara de la Industria de Cosmética (CAPA), la Cámara de Bebidas sin Alcohol (Cadibsa), la Asociación de Industrias de Marca (ADI) y la Cámara de Medicamentos de Venta Libre (CAPEMVel). Además, se sumará todo el arco de supermercados y mayoristas: la Cámara la Cámara de Supermercados (CAS), la Asociación de Supermercadistas (ASU) y la Cámara de Distribuidores Mayoristas (CADAM).
"En algunos casos, como la leche fluida, la tasa de abasto de los municipios encarece el producto 5%", dijo Wenceslao Luiggi Arias, director de Copal.
Los comerciantes, esta vez, están en la misma vereda que los productores. Ocurre que si algún proveedor, en forma deliberada o accidental, no paga la tasa de abasto, son los comerciantes quienes terminan siendo sancionados. "Estas tasas repercuten en el valor de los productos, ya que todos los costos terminan en el precio al público", dijo Josué Fernández Escudero, director de ASU, la entidad que nuclea a las cadenas Coto, Disco-Jumbo, Wal Mart y La Anónima, entre otras.
Como parte de esta ofensiva, los empresarios también van a reclamar contra la denominada "tasa de publicidad" que se les cobra por colocar carteles de propaganda adentro de los locales comerciales. "No hay objeción de pagar la publicidad en la vía pública, sino en que nos cobren por hacer publicidad dentro de un local privado", dijo Cristián Fernández, director de la Cámara de Anunciantes.