Más allá de que las provincias de la pampa húmeda ya cuentan con planes ganaderos propios, en el sector siguen considerando oportuno el diseño de un programa nacional que permita incluir aspectos en que el Gobierno tenga más posibilidades de realizar cambios significativos para la actividad, como las desgravaciones impositivas y los incentivos fiscales. "Aspiramos a que [a partir de los planes provinciales] haya un correlato a nivel nacional, con programas de apoyo que permitan atender los compromisos externos y el mercado interno, sin que se produzca un aumento del precio de la carne. En ese nivel habría que reflexionar sobre la política impositiva y respecto de la importancia de la infraestructura para el sector ", dijo Daniel Costamagna, secretario de Agricultura, Ganadería y Recursos Naturales de Santa Fe. "Es necesario un plan nacional porque hay cosas que sí puede hacer la Nación y no las provincias, como las desgravaciones impositivas", subrayó, por su parte, Eduardo Achával, coordinador del Programa Fuerza Campo de la provincia de Buenos Aires. Con un criterio similar, los productores continúan reclamando una estrategia para toda la Argentina. "Debe haber un sustento a nivel nacional, porque hay medidas de fondo que hacen a cuestiones justamente nacionales", expresó Javier Jayo Ordoqui, vicepresidente segundo de la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap). "Se cae de madura la respuesta de que debe haber un plan nacional", añadió, por su parte, Jaime Murphy, integrante de la comisión directiva de la Asociación Agrícola Ganadera de La Pampa. A la hora de definir qué aspectos podrían llevarse adelante desde un plan nacional, productores y autoridades provinciales señalan medidas que tendrían un impacto impositivo. Sólo por el 5% de retenciones a sus exportaciones, en 2004 la ganadería aportó al fisco 43.460.945 dólares, según datos del Instituto de Estudios Económicos de la Sociedad Rural Argentina. "Tiene que haber alguna ayuda fiscal, sobre todo para la cría. Se podría premiar al ganadero que lleva la media res a más de 100 kilos y debería haber un beneficio impositivo, tal vez con un pago menor en Ganancias, para el productor que va con el novillo de exportación con más de 125 kilos (en la media res)", indicó Carlos Presas, secretario de Agricultura de Córdoba. Néstor Roulet, presidente de la Confederación de Asociaciones Rurales de la Tercera Zona (Cartez), propuso otra medida. "El que usa fertilizantes en ganadería podría tomar esto como doble cómputo de gastos para pagar menos Ganancias", explicó. Según Angel Girardi, presidente de la Asociación de Productores de Carne Bovina Argentina (Aprocaboa), los tributos deberían ser más bajos para quienes envían a faena menos hembras. "También debería existir una tasa diferencial para que los animales entren a un feed lot con un mayor kilaje", remarcó. Para Ernesto Ambrosetti, economista en jefe de la Rural, el Gobierno podría, entre otras alternativas, deducir de la ganancia imponible los aumentos de stock de la hacienda vacuna para hembras, ya sea por compras o retención del ganado propio, siempre que los incrementos se mantengan por un período de por lo menos tres años. "Habría que instar a las provincias a que eliminen el Impuesto sobre los ingresos brutos (hoy por ejemplo en Buenos Aires llega al 1 por ciento)", agregó. La iniciativa que no levantó vuelo Aunque el año pasado el Gobierno primero habló de que se estaba diseñando el Plan Ganadero Nacional (PGN) y más tarde buscó bajar las expectativas sobre el tema dejando trascender que sólo se trataba de un "diagnóstico" para que después las provincias elaboraran sus propios programas, lo concreto es que el sector se quedó sin una iniciativa de alcance nacional. No obstante, en talleres realizados con entidades gremiales y técnicas del agro, las cámaras frigoríficas, asociaciones de criadores, universidades y el Instituto de Promoción de la Carne Vacuna se había avanzado en la definición de algunas áreas estratégicas, como el acceso a los mercados, y hasta se mencionó la necesidad de aumentar del 24/25% a no menos del 29 por ciento la tasa de extracción y de incrementar la producción a través de la tasa de procreo. "Yo no tengo mucho que informar sobre el plan ganadero", dijo a LA NACION Javier de Urquiza, subsecretario de Agricultura, Ganadería y Forestación de la Nacion, funcionario que en una entrevista con este diario en abril de 2004 admitiera que en noventa días quedarían definidas las bases del PGN. LA NACION no logró contactarse con el secretario de Agricultura de la Nación, Miguel Campos, quien en una conferencia realizada en septiembre de 2004 durante Mercocarne señaló: "Calculo que en una semana o dos, no más de eso, se lanzará el Plan Ganadero Nacional". A todo esto, una fuente de la cartera de Agricultura comentó: "Se está trabajando en medidas aisladas, aunque no como un paquete, que apuntan a una estrategia para la ganadería". |