ASOCIACION DEL PERSONAL DEL INSTITUTO NACIONAL DE TECNOLOGIA AGROPECUARIA

Noticias de Apinta

  • 08-06-2005

    El girasol extiende su red

    Hay muy buenas perspectivas para esta oleaginosa debido a los avances técnicos y la situación de los mercados
    Clarín rural

    Con la idea de buscar mecanismos que permitan alejar al girasol del concepto de "rareza botánica" al que mucho lo consideraban condenado hace algunos años y, por el contrario, para lograr el objetivo de introducirlo en uno más amplio, como el de "red de valor", la Asociación Argentina de Girasol (ASAGIR) reunió a casi 2000 personas, esta semana en Buenos Aires. Fue en el Tercer Congreso Argentino del girasol, al que llegó una multitud interesada en conocer las novedades que desde la ciencia y los mercados existen para seguir apostando al cultivo, que mueve 1.400 millones de dólares anuales en el país.

    Ciertamente, sin girasol no hay asociación, cadena ni red de valor. Por eso, los aspectos técnico productivos ocuparon buena parte del encuentro.

    En busca de la eficiencia hubo novedades para todos los gustos. Desde el ingeniero Pablo Calviño, que presentó los primeros ensayos de lo que podría ser un punto de inflexión en el cultivo (la intersiembra de girasol—soja —Ver Página 12—) hasta las oportunidades de mercado surgidas de nuevas regulaciones y tendencias alimentarias en el mundo, que le brindan una oportunidad al girasol alto oleico argentino.

    El objetivo actual de los especialistas es mejorar la adaptabilidad del cultivo a la rotación agrícola y estabilizar los rendimientos, que van de los 17,5 qq/ha obtenidos a campo a los 35 qq/ha logrados en los ensayos.

    En este sentido, entre otros aspectos fisiológicos, Calviño se refirió a la distancia entre surcos y dijo que no hay grandes diferencias de rendimiento entre los cultivos sembrados a 0,70 y los implantados a 1,40 metros. "La explicación está en la intercepción de la radiación en el período reproductivo", dijo.

    También fue presentado un trabajo sobre la composición acídica de los híbridos de girasol. Como se sabe, hacia el norte, el porcentaje de ácido oleico crece mientras que cuando se va hacia el sur la presencia de este parámetro disminuye. La razón de esta variación se encuentra en las temperaturas mínimas nocturnas que afectan al cultivo después de la floración y hasta el llenado. Los trabajos realizados permiten conocer la calidad del aceite previo a la cosecha y definir zonas de producción aptas para determinadas necesidades.

    Expertos como Calviño manifestaron, en materia de fisiología, que "se ha determinado una función robusta que permite identificar la madurez fisiológica de los granos a partir de su contenido de humedad. Dicha función es muy poco sensible a diferencias entre híbridos y condiciones ambientales".

    Calviño también habló de estudios sobre la respuesta al fotoperíodo que tienen el potencial de mejorar considerablemente la capacidad de seleccionar y de predecir los momentos de floración en girasol, y dijo que se ha iniciado un análisis de la variabilidad intraespecífica para la tolerancia a déficit hídrico y vuelco.

    La fertilización también fue tenida en cuenta en el encuentro girasolero. El próximo año será muy importante "intensificar el manejo eficiente e integrado de Fósforo, Nitrógeno y Boro, e incrementar los estudios vinculados con los efectos de otros nutrientes sobre el cultivo", dijo el consultor Martín Díaz Zorita, basándose en la reciente incorporación de nuevas áreas de producción que plantean nuevos problemas técnicos, el marcado crecimiento del sistema de siembra directa y del uso de fertilizantes por parte de los productores.

    Ese tema se vincula a otro de gran trascendencia en la evolución del girasol a campo. Martín Gries, de BASF, dijo que hay 52 especies de malezas diferentes en el SE de la provincia de Buenos Aires, y 70 en el SO, que afectan al cultivo. La respuesta para el problema son los Clearfield, girasoles con tolerancia a un herbicida perteneciente a la familia de las imidazolinonas que permite controlar malezas en postemergencia temprana e introducir al girasol en rotaciones en siembra directa. Esta tecnología fue utilizada en 105.000 hectáreas girasoleras del país durante la última campaña.

    Por su parte, la ingeniera Amelia Bertero, especialista en fitopatología de Nidera, presentó la situación actual y el futuro inmediato en lo que hace a tres enfermedades clave del girasol: Verticillium, Sclerotinia y Plasmopora.

    Sobre Verticillium, la especialista dijo que se trata de una de las principales enfermedades del cultivo, con 1 millón de hectáreas de área endémica, sobre todo en la región central del país y en el sudeste. En 1997/98, sólo un 11 % de los híbridos de girasol existentes tenían buena respuesta a la resistencia a Verticillium. En la última campaña, un 40 % de los híbridos comerciales la tienen y los materiales susceptibles disminuyeron al 15 %.

    Sobre Plasmopora, una enfermedad que genera el enanismo o mildew en el girasol, Bertero destacó que "para ésta campaña ya hay una importante cantidad de híbridos comerciales con resistencia. El resto de los materiales puede ser tratado con fungicidas".

    Sobre la podredumbre húmeda del tallo, Bertero comentó que en 1987/88, el 87 % de los materiales eran susceptibles. En la última campaña, este porcentaje descendió al 28 %. En Sclerotinia, se está trabajando en forma intensiva para dar respuestas desde el mejoramiento genético.

    En lo que hace a genética y biotecnología, uno de los aspectos destacados en el Congreso fue la capacidad de fitoremediación del girasol. "Si se lo modifica genéticamente, se puede incrementar eficientemente esta cualidad", explicó el Dr. Esteban Hopp, del INTA. La fitoremediación se refiere a la capacidad de las plantas para remediar aire, suelos, sedimentos, agua superficial y agua subterránea contaminados.

    Para el Dr. Abelardo de la Vega, de Advanta, hoy en día el girasol "tiene baja inversión en materia de investigación". Para él, se debería trabajar en "el potencial de rendimiento y adaptación a los sistemas de producción modernos (altas densidades, siembra directa, intersiembra, tecnología de resistencia a herbicidas) y también en la variación estacional del rendimiento (determinación de sus causas y caracterización de los ambientes girasoleros, para la definición de estrategias adecuadas de selección).

    Carlos Bianchi, el gran DT

    El ex director técnico de Boca Carlos Bianchi participó del panel de liderazgo en el 3ø Congreso Argentino de Girasol. Con su experiencia en la conducción de equipos, llegó para plantear los desafíos que se le presenta al girasol en su trabajo como cadena o red.

    Bianchi compartió su experiencia junto a Oscar Alvarado, del grupo "El Tejar"; Ignacio Lartirigoyen, presidente de ASAGIR, y Gustavo Grobocopatel, de "Los Grobo".

    "Lo trajimos porque creemos que brinda una perspectiva interesante sobre cuestiones claves como el liderazgo, la conducción de equipos y la resolución de conflictos", sostuvo Lartirigoyen.

    Bianchi dijo que un líder tiene que ser cristalino y responder a la disciplina, al manejo del grupo y al respeto entre todos, a pesar de las diferencias. "En un grupo, las diferencias desaparecen; somos todos iguales", afirmó.

    Lejos de la rareza botánica

    El techo está lejos. Esa fue la sensación con la que se fueron los técnicos y productores que desbordaron de interés el congreso girasolero. Lo marcan los números: Argentina tiene 17,5 qq/ha promedio, apenas la mitad de los rindes que se están obteniendo en ensayos.

    Esa brecha, justamente, entusiasma. Porque hay herramientas disponibles para achicarla. Quizás en primer lugar esté la tecnología Clearfield, que llegó para que los productores puedan lidiar más fácilmente con un problema casi endémico del girasol: las malezas. Los girasoles Clearfield permiten controlar en post-emergencia, de forma más sencilla y eficiente. Y dan lugar, entre otras ventajas, a una más fácil incorporación del cultivo a una rotación en directa.

    Muchos productores ya conocen esto. Por eso sembraron poco más de 100.000 hectáreas de Clearfield en esta campaña. Pero otros están aún a la expectativa, analizando si le hacen un lugar en sus planteos agrícolas.

    Para que le den el "sí" hay, además, otras razones. Nadie tiene la bola de cristal, pero las perspectivas de mercado parecen interesantes. El girasol se sostuvo más que los otros granos en la caída desde mediados del año pasado, y la reconversión que se está registrando en el consumo humano de aceites favorece al de girasol, porque tiene características más saludables que otros. Y Argentina es el exportador número 1 del mundo en aceite de girasol.
    Al mismo tiempo, algunos nichos, como el confitero, quieren dejar de serlo. Hoy, mueve US$ 50 millones, pero apunta a más.

    El renovado entusiasmo por el girasol impactó en Buenos Aires. Con esa fuerza, parece bien lejos del destino que algunos le auguraron hace tiempo: el de convertirse en una rareza botánica.

     


     

     

     

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