El Gobierno, los empresarios y la cúpula de la CGT llegaron ayer a un acuerdo para llevar el salario mínimo a 630 pesos, desde los 450 pesos actuales. El ajuste —que se lograría por la incorporación de los montos que actualmente se cobran como "no remunerativos"— se hará en tres etapas. Es decir, que el nuevo valor regirá con el sueldo de julio, que se cobra a partir de agosto.
Aunque, por ahora, el Gobierno eludió dar una cifra oficial, ayer se logró consenso entre gremialistas y empresarios, a sólo 48 horas de la reunión del Consejo del Salario, que mañana aprobaría el nuevo monto.
Así, a partir de mayo, el sueldo mínimo pasaría a 510 pesos. En junio, a 570 pesos. Y en julio se redondearían los 630 pesos.
El salario mínimo lo cobran una 350.000 personas. Pero el ajuste no implicará una mejora en el sueldo de bolsillo, ya que sólo incorpora los 150 pesos adicionales que ya se venían cobrando. Ese plus no estaba sujeto a descuentos jubilatorios ni de la seguridad social. Por eso, para incorporarlo al salario mínimo ese monto se eleva a 180 pesos, de forma que cuando se apliquen los descuentos no provoque una baja en el ingreso de bolsillo.
Aunque no implica una mejora plena, el ajuste del mínimo tiene impacto sobre el cálculo del aguinaldo, las horas extras, el premio por presentismo y otros adicionales que se establecen sobre las sumas remunerativas. Además, influye sobre los convenios colectivos en caso de que el salario mínimo sea mayor al básico. En ese caso, se produciría un efecto "cascada" para mantener las escalas entre las categorías.
El principio de acuerdo entre las partes se logró ayer, en reuniones que el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, mantuvo —por separado—con la cúpula de la CGT y con dirigentes empresarios. Por los patrones asistieron la Unión Industrial Argentina, la Cámara de Comercio, la Cámara de la Construcción y la cámara que agrupa a las empresas de servicios. Buscaron tantear las posiciones que cada parte llevará al Consejo del Salario Mínimo. Ese Consejo agrupa al Gobierno, los gremios y los empresarios y tiene facultad para decidir una suba en el mínimo. Además puede sugerir medidas sobre otros temas vinculados.
En segundo turno, la CGT estuvo representada por Hugo Moyano, José Luis Lingeri y Juan Manuel Palacios. Fuentes sindicales señalaron anoche a Clarín que hoy habrá un encuentro entre todos sus dirigentes para unificar el discurso que llevarán mañana al Consejo.
El presidente de la UIA, Héctor Méndez, al finalizar la reunión con Tomada señaló que "estamos de acuerdo en sentarnos en el Consejo y en buscar una mejora salarial".
Tomada continuará hoy la ronda de consultas previa a la reunión del Consejo. También por separado recibirá a los dirigentes de los bancos y del campo, por el lado empresario. Y a la CTA, por el gremial, que no está conforme con la propuesta consensuada por la CGT y pide elevar el mínimo a 772 pesos.
Por la tarde —en una reunión de la Comisión del Salario Mínimo— las partes intentarán conciliar una posición que permita mañana anunciar el nuevo valor tras la reunión del Consejo. Ese órgano no funcionaba desde septiembre del año pasado, cuando había votado fijar el sueldo mínimo en 450 pesos.
Además del sueldo mínimo, el Consejo se pronunciaría en favor de una suba en los topes a partir de los cuales se dejan de cobrar las asignaciones familiares. Así se evitará que, por los últimos aumentos salariales, una importante cantidad de trabajadores deje de recibir ese beneficio. Por ejemplo, el piso de 725 pesos se llevaría a 1.000; el de 1.225 pasaría 1.500 pesos, y el de 2.025 se elevaría a 2.500 pesos. El monto de las asignaciones seguirá sin cambios.
Otro tema que está bajo análisis es la suba del mínimo no imponible de Ganancias, para que unos 500.000 asalariados dejen de pagar el impuesto o empiecen a pagar menos.