Los dos ex presidentes reclamaron en San Luis la normalización del justicialismo hoy acéfalo y el llamado a elecciones internas. Todo en el marco de críticas más o menos directas al presidente Néstor Kirchner y a su proyecto de transversalidad. Las adhesiones que lograron fueron de dirigentes de segunda línea.
Fernández admitió ayer que "en algún momento deberá darse esa interna" en su partido. Pero también advirtió que "si se hiciera una encuesta, salvo a unas veinte personas, el tema no le importa a nadie".
Más contundente en su intento por minimizar esta oposición dentro del PJ fue el gobernador de Chubut, Mario Das Neves. "No vamos a permitir que el peronismo sea usurpado", señaló, utilizando una frase similar a la que El Adolfo les había dedicado a los kirchneristas en la cumbre realizada en la localidad puntana de Juana Koslay.
Das Neves agregó que Menem y Rodríguez Saá "le hicieron mal al peronismo y al país". Y remarcó que son "una parte muy chiquitita del justicialismo" y representan "el pasado". A diferencia de Fernández, el ex diputado rechazó el planteo de internas partidarias porque dijo "el peronismo está perfectamente conducido por el presidente de la Nación y los gobernadores están encolumnados tras él".
Hasta ahora, el único apoyo que Menem y Rodríguez Saá consiguieron por fuera de los asistentes a San Luis fue el del veterano senador Antonio Cafiero, que haciendo equilibrio para no inclinarse por ellos ni por Kirchner, Eduardo Duhalde o Felipe Solá expresó que los comicios del PJ son necesarios.
La cumbre de Koslay agitó aún más la interna peronista. El riojano y el puntano emitieron un documento en el que se refirieron en duros términos a la transversalidad. Incluso la compararon con los Montoneros, al recordar el discurso que el ex presidente Juan Perón pronunció poco después de la masacre de Ezeiza, en 1973, cuando regresó al país de su exilio. "Los peronistas tenemos que retornar a la conducción de nuestro movimiento", citaron Menem y El Adolfo.