Con la reciente reforma previsional, la pregunta para los afiliados que quieren volver al sistema de reparto dejó de ser ¿cuál me conviene más?, para transformarse en ¿a qué edad debo pasarme?
1 > Los jóvenes. Siempre les conviene empezar a aportar en el sistema de capitalización. Hay excepciones en las que igual conviene estar en el reparto. Ocurre cuando hay un hijo discapacitado o un cónyuge mucho más joven, que seguirán cobrando la pensión si fallece el titular. Para estos casos, en el sistema estatal el haber no se reduce, aunque deban pagarle durante muchos años. En caso de las AFJP esto no es así: los aportes acumulados al momento de jubilarse se deben dividir luego por más años.
2 > El mix.Con el mix (arrancar en una AFJP y pasar al Estado) se conseguiría una mejor jubilación. Pero por ley, hasta ahora no se podía pasar al reparto. La vía contraria del reparto a una AFJP estaba abierta, pero no convenía. En conclusión, para quienes no tienen una preferencia particular por alguno de los dos sistemas, el haber se optimizaría con un mix de aportes: la primera parte en una AFJP y la última en el Estado (ver infografía).
3 > La edad. La parte del haber que corresponde a los aportes pasados ya está cerrada. La incógnita ahora es la edad a la que conviene realizar el pase. Para esto hay que tener en cuenta la rentabilidad de las AFJP y la inflación. La primera determina cuántos fondos se tendrán en la cuenta de capitalización al momento de jubilarse. La segunda, define cuánto más alto será el último salario (al momento de jubilarse) que el promedio de los sueldos de los últimos 10 años sobre el que se calcula la jubilación en el sistema de reparto. ¿Cómo inciden la inflación y la rentabilidad para tomar la decisión? Cuanto más alta es la rentabilidad, más alta es la edad a la que conviene pasarse. La inflación opera en el mismo sentido, porque hace que los últimos salarios de la persona en actividad sean más altos, que el promedio de lo que cobró en los 10 años anteriores, que se toma como base para el cálculo de la jubilación en el reparto. En este caso, el haber va a ser más bajo que el último sueldo. Pero las inversiones de las AFJP intentan resguardar las pérdidas frente a la inflación.
4 > El salario. Otro factor es la evolución del salario desde que el trabajador empieza a trabajar hasta que se jubila. Hay quienes empiezan de cadetes y terminan de gerentes, y hay quienes tienen un cargo similar toda su vida. Y está además la suba de los salarios en la economía por suba de la productividad. El incremento de los salarios a lo largo del tiempo juega a favor del sistema de reparto, pero siempre que se mantenga un salario alto en los últimos diez años. Porque si diez años antes de jubilarse se gana menos, el haber de reparto será también más bajo.
5 > La decisión. Con estas variables se construyeron las tablas de la infografía, que determinan cuál sería la "mejor edad para el traspaso", y qué beneficio se obtendría en cada sistema expresado en porcentaje del último salario. Indican sólo el haber que se generaría desde comienzos de 2008 hasta el momento del retiro. Por eso, a medida que aumenta la edad actual del trabajador, el beneficio se reduce: le faltan menos años hasta el retiro.
6 > El ideal. Según los cálculos de la consultora Marcu & Asociados sobre la base de estas hipótesis, la mejor edad para pasar de capitalización a reparto serían 51 años para los hombres y 43 para las mujeres, en el caso de trabajadores en relación de dependencia. La edad de las mujeres es válida siempre que piensen en trabajar sólo hasta los 60 años. Si planearan hacerlo hasta los 65, sería similar a la calculada para los hombres.
