Los productores agropecuarios, ya sea adhieran o no al paro que Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) iniciará mañana, criticaron ayer duramente la decisión del Gobierno de prorrogar por 60 días las retenciones a las exportaciones de productos lácteos. Desde sus trincheras, algunos dirigentes calificaron la medida como una "represalia" de Néstor Kirchner por dicha protesta. Otros, en tanto, confían que la medida será revisada ni bien se aplaquen los ánimos, la semana entrante. La extensión de las retenciones lácteas quedó firme ayer, con la publicación de una resolución firmada por Felisa Miceli. La ministra, según informaron el miércoles voceros oficiales, concilió esa decisión directamente con Kirchner. Las fuentes también transmitieron un mensaje que inevitablemente vincula la medida con la realización del paro de CRA: "Bajo presión, nada". Esto dio pié a múltiples interpretaciones. Tras la ceremonia de inauguración de la Rural de Palermo, el vicepresidente de esa entidad y uno de los productores de leche más grandes del país, Luis Biolcati, calificó la prórroga como una "represalia" del Gobierno ante los crecientes reclamos del sector. La Rural, formalmente, no adhirió a la protesta de CRA, aunque dejó en libertad de acción a sus asociados.
La diputada María del Carmen Alarcón hizo causa común. Consideró que la prolongación de las retenciones "es un capricho del oficialismo, desde donde no se acepta que los productores reclamen y protesten". La santafesina conoció en carne propia las consecuencias de disentir: fue echada de la Comisión de Agricultura por oponerse al cierre de los embarques de carne.La suba de las retenciones a los lácteos fue decidida un año atrás por el ex ministro Roberto Lavagna, como una manera de poner freno a aumentos en el mercado interno. Iba a regir por 180 días pero después ese plazo se duplicó. Ahora se extendió por dos meses más. Lo curioso es que dentro del Ministerio de Economía se había consensuado una rebaja gradual: la leche en polvo bajaría de 15 a 10% y los quesos de 10 a 5%. Pero todo cambió cuando el asunto llegó hasta Kirchner en la antesala del paro. "Nos cayó como un balde de agua fría", reconoció una fuente cercana a las cooperativas lácteas. Representantes de ese sector participaron el miércoles de una reunión con el subsecretario de Comercio, Guillermo Moreno, en la que además de conciliar una rebaja de las retenciones se habló de elevar reintegros y hasta de habilitar la suba de ciertos productos lácteos. Todos daban por cierta la rebaja. Incluso el ministro de la Producción de Santa Fe, Roberto Ce retto, reconoció que "también estaba convencido de que se levantaban las retenciones, pero evidentemente bajo una situación de presión el Presidente ha optado por otra decisión". En este marco, un dirigente de buen diálogo con el Gobierno se ilusionó con una revisión ni bien concluya el paro de CRA.
NEGOCIACIONES DEL GOBIERNO CON FRIGORIFICOS. Una abultada cantidad de ganado, estimada en 13.000 cabezas, ingresaba anoche al Mercado de Hacienda de Liniers, en vísperas del paro convocado por Confederaciones Rurales Argentinas (CRA). Aun que no se trata de una entrada demasiado superior a la habitual, permitiría llegar sin sofocones de abastecimiento hasta el martes, cuando concluye la protesta. De todos modos, según varias fuentes, altos funcionarios del Gobierno intensificaron ayer la saga de llamados para lograr que el paro pase desapercibido en el mercado de Mataderos, tradicional termómetro de estas protestas. Los kirchneristas se comunicaban con productores, "feedloteros" y consignatarios para asegurarse una buena oferta. Pero también sonó el teléfono en frigoríficos. La sugerencia fue que hoy no compraran en Liniers, así la oferta de vacunos debería trasladarse hasta el próximo lunes.