Clases de tai chi chuan, sesiones de masaje en la sala de reuniones o mejorar la postura con una pelota gigante que rueda por los pasillos. Cómo las empresas miman a su personal.
¿Se imagina que después de una larga jornada laboral lo espere una relajante sesión de yoga o shiatsu y que no tenga más que subir un piso? ¿Y qué tal si en el trabajo la hora no parece pasar pero lo que sí pasa es una enorme pelota por el pasillo de su oficina para que se tome 10 minutos, en cualquier momento del día, e intente aliviar tensiones? Ni qué decir si tiene un gimnasio a su disposición o si puede desenchufarse del estrés diario con una clase de teatro o un curso de apreciación del arte. Bajo el nombre de Programas de Bienestar, las empresas están echando mano de diversos recursos para hacer que el empleado se sienta a gusto en su ámbito laboral, aleje el fantasma del estrés y trabaje mejor.
Hasta no hace mucho la novedad era que las empresas les hacían transpirar la camiseta a sus empleados poniéndolos en forma. Primero contrataron gimnasios cercanos y luego montaron sus propias salas de musculación y aparatos. Ahora, la tendencia es relajarlos y despejarlos con clases de diferente índole, cuando no enriquecerlos culturalmente (ver recuadro). La corriente empezó a dibujarse hace más de un año en Estados Unidos donde el 20 por ciento de las compañías, entre ellas AT&T y Yahoo, invitan a su personal a relajarse con prácticas como yoga, tai chi chuan, meditación, masajes o danzas energéticas. Es decir, los trabajadores pueden reducir las tensiones en el mismo lugar donde se generan.
A los casos de Telefónica, Ultima Online o Capital Markets de Argentina Sociedad de Bolsa ahora se suman empresas como Dietrich, Procter&Gamble y Microsoft (a la vez que se va desplegando todo un abanico de emprendimientos dedicados exclusivamente a prestar esta clase de servicios -fitness o yoga empresariales-). "La calidad de vida de las personas dentro de una organización es el eje fundamental de la productividad y la intensidad del vínculo que los empleados desarrollan hacia la empresa", dice Carlos Ramírez Passo, director ejecutivo de Atencionalcliente.ws y Licenciado en Psicología.
Junto a Analía De Tomaso, también de Atencionalcliente.ws, diseñaron el Programa de Bienestar del Grupo Dietrich, concesionaria de Ford y Wolkswagen, con 190 empleados. "Una vez identificada la necesidad del grupo se trabaja con una serie de técnicas nutridas de diversas disciplinas corporales. La implementación de estos programas da como resultado la lealtad de los empleados y contribuye a la productividad y calidad de servicio", explica De Tomaso.
El programa se aplicó hace 4 meses en varios departamentos de la sucursal más grande de Dietrich y consistió en una serie de técnicas como yoga y teatro, repartidas en 3 sesiones, una vez por semana y luego del horario de trabajo. Este mes planean hacerlo nuevamente y con distintos equipos de trabajo. "Se busca que los empleados afronten su jornada de la forma más placentera posible. Cada sesión dura 3 horas. La primera vez hubo técnicas de relajación, de utilización de la voz y de manejo de la respiración que para el departamento de Ventas, por ejemplo, es fundamental. Hicieron trabajo corporal, eutonía (manejo del tono muscular), juego teatral (representación de escenas laborales) e integración corporal", cuenta Lucila Dietrich, directora de Comunicaciones y Recursos Humanos del Grupo Dietrich.
"Hago 15 minutos de shiatsu los jueves al mediodía. Me sirve para relajar y energizar. Yo tenía problemas de presión y gracias a esto pude regularizarla y disminuir la toma de los medicamentos. Salgo como que no me duele nada", cuenta Armando Pérez (48), de Atención al cliente de Procter&Gamble, otra empresa que implementa un programa llamado "Balance de vida personal y laboral" (incluye yoga y campeonatos de fútbol). Sus empleados pueden disfrutar de masajes de shiatsu en cualquier momento del día pero a un costo de 6 pesos la sesión. Son dos sesiones semanales de entre 15 y 30 minutos, "principalmente enfocados a relajar y aumentar la energía. Estas sesiones están a disposición de todos los empleados de nuestras oficinas generales", dice María Victoria Hormaechea, de Recursos Humanos. Y agrega: "Hay un impacto positivo en el desempeño de nuestra gente y en su nivel de productividad".
En Microsoft (una de las empresas que ya tiene gimnasio propio) se corre la bola: la nueva solución para relajar a su personal está a cargo de una profesional, disponible durante todo el día, que recorre los pasillos de las oficinas con una enorme pelota que sirve como herramienta de masaje para corregir errores de postura que pueden llevar a contracturas o malestares. Los cerca de 140 empleados de la empresa la tienen a disposición. "Esta técnica fue primero implementada en la casa central, en Seattle, Estados Unidos, y luego se aplicó en la sede local. Es un beneficio gratuito", cuenta Celia Siffredi, gerente de Recursos Humanos de Microsoft de Argentina.
Algunos estudios sostienen que los efectos de este tipo de prácticas alivian en el momento pero no son duraderos. Y, como el universo corporativo no da puntada sin hilo, a veces el bienestar de los empleados más que un fin en sí mismo parece ser un medio para otro fin: trabajar más. Aunque, eso sí, en mejores condiciones.